Entre Cruces/Itinerarios muestra una larga serie de creaciones video gráficas cuya proyección simultánea ocupa la sala Provincia y las galerías del palacete de la Calle de la Independencia. La parte principal de esta exposición, que pretende ser un poco el resumen del trabajo de este genial creador a lo largo de su ya larga vida artística, está dedicada a tres grandes artistas españoles cuyas vidas se cruzaron en algunos de los momentos más importantes de su existencia: Dalí, Lorca y Buñuel.
Se trata de una instalación en la que se proyectan a la vez tres imágenes en gran formato. Esta creada a partir de un verso de García Lorca: As de bastos, tijeras en cruz. “Creo -comenta Julián Álvarez- que estas palabras definen perfectamente el cruce de las carreras artísticas de Dalí, Buñuel y Lorca. Yo llevo trabajando en este proyecto desde el año 1993 y, prácticamente, he estado con él hasta ayer mismo. Es por tanto un trabajo muy dilatado en el tiempo y que está basado en las Semanas Santas de Calanda, dedicado a Buñuel; de Sevilla, dedicado a Lorca; y la del pueblo catalán de Verges, dedicada a Dalí”.
En las salas del Centro Leonés de Arte se han montado siete video proyecciones. “Este conjunto es muy representativo de mi actividad a lo largo de mi carrera. De una trayectoria ecléctica, en la que he tocado la mayoría de las técnicas cinematográficas. Hay una serie que a mí me gustaría destacar, es la que titulo: EgoMovies, cuatro trabajos que son la culminación de todo un recorrido cuyo elemento diferenciador es la cámara-mano. Uno de los temas recurrentes en todo mi trabajo es el interés por la cámara. Yo la cámara la entiendo de una manera radicalmente diferente a como la entendería un reportero de televisión. Él la utiliza soportada por un trípode o por el hombro, desde una perspectiva de funcionalidad. Mi idea el totalmente diferente, siempre he tenido la idea de hacer un empleo de la cámara muy singular. Eso ha pasado por diferentes fases e, incluso, he llegado a crear una pértiga, con la que realizo mis trabajos desde una perspectiva diferente. Intento convertir el instrumento en protagonista y en generador de los distintos enfoques”. En uno de los videos que pueden verse en la muestra, El Ring, pequeñas cámaras han tomado el lugar de los guantes de los púgiles que disputan un combate de boxeo, con lo que el creador ha logrado unas imágenes realmente insólitas. Este es solo un detalle de la gran cantidad de innovaciones y recursos técnicos que Julián Álvarez presenta a los espectadores en esta magna concentración de producciones cinematográficas.
Quizá el corto más impactante de la exposición sea el titulado Haga luz en su cerebro. En su zona de proyección se advierte que las imágenes que se exhiben pueden herir la sensibilidad de los espectadores y la verdad es que son de una crudeza extraordinaria. “Arranca -explica el autor- de un artículo, escrito en 1988 contra la hipocresía de las campañas de prevención de accidentes, drogas o sida. Y se articula a partir de una colección de relieves modelados en cera que presentan impactantes deterioros físicos, especialmente de carácter sexual”.
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