Que un licenciado en Geografía dé clases sobre las capitales del mundo no es noticia; que lo haga en la vía pública pasando la gorra sí lo es. Su aspecto aseado y pulcro, vestido con la clásica chaqueta de pana con coderas, camisa parda y corbata algo floja, no es como el de los muchos indigentes que buscan resguardarse del frío y conseguir algunas monedas en los portales de la calle madrileña calle Arenal; pero Juan (nombre ficticio) también pide por necesidad.
sigue en: el corazón del ángel
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