la sentencia a muerte del dibujante sueco michael vick, o las protestas de las pieles sensibleras por las lubricidades de j.a.m. montoya no deben hacernos claudicar de un derecho arduamente ganado, el de cagarnos en la puta madre del cordero(crístico que no lechal). no olvidemos que esta gente de buen corazón, de cristiano o mahometano, liberal o radical, cientológico o creacionista, buen corazón, no son mas que fundamentalistas radicales que buscan imponer, a horca y cuchillo, cuando pueden(o pudieron), su criterio. de mitólogos sujetos a aberrantes supersticiones esta el mundo lleno. pero no marcan ni pueden marcar la pauta. estos fundamentalismos, extrapolando el concepto a otras áreas, arte contemporáneo por un poner, nos llevan a comulgar con ruedas de molino como la muestra batiburrillo que se inaugura hoy en el musac: presunto novamás o sótanos del vaticano de la contemporaneidad artística y tal. te cagas en las bragas.
sobre la nefasta y aúlica necedad de los vulgares y siempre políticamente correctos criterios que ciertos gestores culturales imponen sin rubor propio o ajeno, hablaremos otro día. claro que si, en su momento, el last but not least fue promocionar el disco de una respetable(y ciertamente entrañable) folclórica llamada alaska, que te puedes esperar. mariconadas. o el gabinete del dr. caligari. una de dos, sino las dos. como ya dijo alexander jodorowsky, basura en el 90% de los casos.
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