mustélidos, museos y burbujas

malos tiempos para las líricas, dirían golpes bajos. malos tiempos para las burbujas, inmobiliarias o artísticas, que de forma artificial y capciosa se han querido crear y vender a golpe de talonario, influencia y autobombo. con el resultado, mas bien triste, de 135.000 visitantes anuales. mucho ruido y pocas bellotas, diría yo. demasiado ruido incluso, gastos de representación, viajes, convites, inversiones muy cuestionables, críticas favorables compradas mediante páginas de publicidad, y gastos pagados, etc.. y un perfil expositivo bajo (muy bajo), edulcorado y para todos los publicos. vulgar, en suma. total que ahora tenemos un centro cultural de tercera, con un crédito museístico o académico nulos, apenas una plataforma o trampolín secundarios para un curricular salto al vacío de los prohijados de turno.
se asume comúnmente que es el capitán de un barco el último en abandonar la nave y las ratas las primeras en hacerlo. en el caso de este barco de colores es al revés: el capitán toma la delantera a los mustélidos antes que verse con el agua al cuello. el puente de plata que la prensa provincial le proporciona para esta desvergonzada escapada no se prolonga mas allá del ámbito territorial que nos aqueja. no se oyen campanas tocando a duelo, el mundo sigue girando y a nadie le importa un comino si rafael doctor se va o se queda, salvo a aquellos que tienen que comerse el marrón que deja atrás. el sabe porque se va (por la puerta chica): nuevos proyectos le mueven al insigne: musafs, libros blancos o palorosa pálidos de la fotografía española. que te vaya bonito salao, vete a vender otra imperial camisa nueva a quien se deje embaucar. los políticos están muy necesitados de charlatanes de feria. y aquí, tu lo sabes, ya has dejado con el culo al aire al personal. por lo cual, obviamente, te mereces un aplauso: clap.