sábado, 22 de marzo de 2008

la muerte en guerra o paz.


a propósito del derecho al suicidio, eutanasia, muerte dulce, cuidados paliativos o como se quiera llamar, otro pope católico se ha pronunciado, señalando las innúmeres placeres que para el tiene la agonía dolorosa y sangrienta de su dios, y en lógica consecuencia, en imitación al cristo de los cojones y a su puta madre, también la de sus fieles. pues tenemos resuelto el tema entonces: a todos estos prelados y políticos(no olvidemos nunca a aznar, que ha causado decenas de miles de muertes dolorosas e indignas, ni a esperanza aguirre, que prefiere dejar morir a los ancianos como como si fueran galgos de cazadores o perro de artista contemporáneo) lo menos que se les puede desear es que tengan la muerte que predican: sucia, dolorosa e indigna, ellos y sus putas madres. y que vuelvan luego a contarnos lo edificante que ha sido y lo muy a la derecha de dios padre que están sentados esta panda de bocazas sádicos y sangrientos.
y sobre la guerra, no solo esa de la que se considera orgullecido(orgullecida estoy de ser divina y de tener tan bella complexión...)factor el incommensurable aznar, si no de todas las guerras: las del petróleo(irak), las del agua(israel), las de los diamantes , el oro y los metales raros(áfrica), el opio(afganistan) y todas las guerras que, por la muy patriotera puta pela, han sido, son y serán. situación en la que los prejuicios benevolentes y las restricciones sobre la violencia contra la propia vida y la vida de los demás son trascendidas y ofrecidas a la plebe a cambio de su propia muerte, santificando iglesias y estados no solo la eutanasia(del enemigo)sino también su tortura, expolio y asesinato y el propio suicidio(a poco que llegue el caso), como justos, necesarios y obligatorios deberes, que no derechos.
curiosa transición con un solo nexo en común: la muerte violenta, dolorosa, terrible, humillante. eso es lo que el estado ofrece a sus ciudadanos, en la guerra y en la paz. por activa y por pasiva. que luego vendrá el musac hacer exhibión solidaria y comprometida del tema. y en tanto llega la sublime ocasión del martirio ennoblecedor, de la apoteosis del dolor, clave de la dignidad, según estos prebostes; siempre te queda somerte, feliz, al vampirico deseo de tus gobernantes y los oligarcas, que sangraran, felices, tu esclavizada vida: su hacienda.

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